| ¡Buenos días!
La primavera ha llegado con todo su esplendor, sorprendiéndonos con una breve nevada en Madrid el primer día, para después comenzar las espléndidas tardes soleadas que anuncian el florecer de la estación.
Y así como el sol pasa a iluminar las tardes al cambiar la hora, cada uno de nosotros podemos iluminar nuestra percepción de la vida cambiando nuestro estado de conciencia.
A veces me asombra cuando observo que cada cosa que aprendo conecta con todo lo anterior, formando una hermosa red de información coherente. El cuerpo, la filosofía, la cosmología, la espiritualidad, la ciencia, la historia.
Y es que ya desde hace tiempo he estado investigando el lenguaje del Ser, la forma de comunicarse que utiliza esa parte de nosotros más sabia, que nos lleva al camino de la autorrealización, y nos muestra cuál es nuestra verdad y como superar los obstáculos que se presentan en el camino de la vida.
Pero todo eso parte de la toma de conciencia de que hay algo más. Si creemos que la vida es una suerte de sucesos aleatorios y poco menos que caóticos, que de vez en cuando se rigen por relaciones mecanicistas de causa efecto, pero solo a veces, llega un momento en que el sentido de todo se pierde.
Y es que muchas veces, la crisis del hombre (y de la mujer) racional es una crisis de sentido, una crisis de nihilismo, de la nada, del no haber nada más que lo que se ve.
Antes de la ciencia, sólo se "veía" lo que decían otros. El cura, el rey, el papa, los padres, Dios.
Con la ciencia y el pensamiento racional surgió la duda razonable, el cuestionar las cosas, el no valer algo "porque sí".
Y aunque eso permitó al ser humano entender mejor ciertos procesos, y recuperar su poder de autodeterminación e identidad, generó una limitación importante: "si no se puede ver, no existe".
Pero si miramos hacia el interior, hacia donde siempre estuvo nuestra verdad, quizás descubramos que se pueden ver los hechos y las causalidades (de causa) con otros sentidos, con otros ojos.
Si crees que eres algo más que un montón de moléculas agrupadas por el azar, puede que te des cuenta de que eres una conciencia observadora, que hay una parte de ti que mira el devenir de tu vida, y se sorprende aprendiendo.
Puede que sientas cómo hay veces que eres coherente con tu verdad, y cómo hay otras veces en las que sabes que no lo eres, pero necesitas experimentar esa incoherencia.
Para cada momento que elijo sin saberlo ser incoherente con mi verdad, recibo varios mensajes de la vida, varias señales de mi Ser.
Puede ser en forma de síntomas físicos, en forma de emociones bloqueadas, en forma de amigos y seres queridos que me hablan, o en forma de grandes crisis y eventos de superación vital, pero poco a poco va mostrándose un lenguaje oculto, un lenguaje misterioso, pero coherente.
Quizás sólo sea un sueño de locos desvelar el lenguaje del alma, o quizás es más sencillo de lo que parece. Puede que sea posible encontrar nuestra verdad, más allá de los condicionamientos externos y el ruido de la sociedad.
Quizás todas las pruebas y dificultades que vives tienen un sentido que aún no imaginas, y es posible que descubras si lo intentas las respuestas claras que te ayudan a avanzar en tu camino.
Escucha a tu cuerpo, escucha tus emociones, escucha a las personas que te rodean cada día y aprende a descubrir el mensaje de superación que se oculta detrás de cualquier crisis.
Tal vez un día sientas que cada mensaje que recibes es una pieza fundamental que te permite expresar la grandeza de tu Ser.
Te deseo una semana maravillosa, llena de amor, significado y propósito.
Un afectuoso saludo,
Manuel
P.D.: Me encantaría leer tus preguntas, peticiones y aportaciones en mi blog o por correo. ¡Muchas gracias! |
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