viernes, 2 de julio de 2010

Que nuestra verdad se convierta en certeza.

¡Hola de nuevo!

Hace tiempo que no actualizaba el blog, y debo dar las gracias desde aquí a Jorge Carvajal, porque me inspira mucho con sus palabras para comunicar lo que siento por dentro.

En esta ocasión voy a escribir un fragmento de su libro "Amor Vida y Medicina", en el que resalta la importancia de implicarte desde dentro en aquello que haces.

Yo siempre he defendido que cada uno valore sus creencias, si le son de utilidad, y que las defienda con pasión y si es posible, con respeto. Me encantan las personas que debaten conmigo y me hacen reflexionar, hasta sentir que aquello que creo es realmente útil, o que sería mejor revisar y ampliar mi visión de lo que creo en ese momento.

Pero nunca había descrito de forma tan sutil y directa en mi cabeza la forma en que Carvajal habla de sentir aquello que haces y dices, de implicarte en lo previamente explicado, y me hace entender por qué cuando pienso y hablo de coaching, no hablo de una teoría, o conocimientos, sino de algo que siento por dentro como una visión, una certeza.

Es posible que esa visión cambie, pero mientras es, fluyo con ella y me hace vibrar, y creo que eso es vivir de forma armoniosa y coherente.

Espero que os guste. He aquí el texto:

"Tenemos dos tipos de verdades:

- Las verdades externas que se vuelven pesos y son obstáculos, aunque sean ciertas.

- Las verdades internas que son el combustible y motor de la vida. Son siempre plataformas de lanzamiento de la vida, porque son certezas.

Que nuestra verdad se convierta en certeza, porque la certeza es la verdad del ser. Verdad, en términos de autorrealización, es aquello de lo que podemos dar testimonio. Porque, además de tener sentido, esa verdad es sentido de ser en nosotros, porque además de ser cierta, es una verdad intensa.
Veamos un ejemplo: Si un cirujano es testimonio vivo de su cirugía, del servicio que realiza y de su ciencia, se debe a que la ha incorporado no solo en su inteligencia, sino en su corazón.
Cuando este cirujano que se ha implicado opera a un paciente sus resultados son mucho mejores que los de aquellos otros cirujanos que sólamente lo han explicado. Los que sólo lo viven al nivel de la explicación, aplican la técnica, pero no estan operando a un ser humano, se quedan en el acto, tan inteligente como superficial, de operar.

Todos nosotros somos como los cirujanos, operamos sobre la vida. Cuando lo hacemos con seres humanos y nos implicamos, independientemente de que lo que hagamos sea técnico, eso que hacemos tiene sentido. Si nos implicamos, lo explicado tiene sentido y lo aplicado tiene profundidad, tiene raíz y tiene poder. La clave del éxito no es una técnica exterior, es la capacidad de implicarse profundamente y esa implicación solamente es posible desde el corazón.

Hagamos lo que hagamos, que sea de corazón. Si actuamos desde el corazón, tendremos una correcta impresión; si obtenemos una correcta impresión, nos implicamos; implicandonos, la aplicación es correcta.

¿Por qué no puede ser incorrecta? Sencillamente, porque tiene la guía de ese maestro interior, la sabiduría implícita del corazón."