| ¡Buenos días!
El 2013 ha llegado, y las fiestas navideñas van quedando poco a poco atrás, dejándonos un sabor y un saber diferente a cada uno de nosotros.
Para algunas personas han sido momentos de encuentros con la familia y los seres queridos, para otros momentos de retiro y reflexión, para otros unos días en el calendario, que pasan y la vida sigue su curso...
Pero una cosa que es muy común en estas fechas, es plantearse qué ha pasado en el último año en nuestra vida, y qué deseo para este año que empieza.
Yo reconozco que cada Navidad pienso algo parecido, echo la vista atrás, y recuerdo cómo he vivido el último año para quedarme con la sensación predominante.
Y si algo puedo decir de este último año, es que ha sido intenso. Intenso de verdad.
En mi caso no es raro que sea así, pero mi sensación es que el último ha sido especial, sobre todo por haberme acercado un poco más a la comprensión de quién soy, y de lo que significa el Amor, no sin vivir muchas batallas interiores.
No sé si tú te preguntas quién eres, o por qué te pasa lo que te pasa, al menos con tanta frecuencia como suelo hacerlo yo, pero es posible que si lo has hecho alguna vez, hayas visto que cada pregunta te lleva indefectiblemente a una respuesta.
A veces es buena, a veces no, a veces la utilizas, a veces la desechas, pero cada respuesta te hace profundizar más y más en tu interior.
Y en mi caso, esta sensación de intensidad que percibo en mi vida me lleva a pensar que al final, cuando los hechos concretos del día a día pasan, y dejan de ser importantes, lo que queda en la memoria son las sensaciones, las emociones, lo que hemos vivido con otras personas.
Y cada día tengo más claro que lo que más me gusta de la vida es que me deje grandes experiencias y emociones grabadas, de las que aprendo a conocerme más y más, y así indefinidamente.
Hasta gritaría: ¡me gusta la vida!
Y es que me gusta, con sus alegrías, con sus penas, con sus pasiones, con sus quebraderos, me gusta que sea como es, porque es Vida, con mayúsculas.
Con todo mi amor para los que prefieren una vida plana y sin sobresaltos, yo elijo vivirla con pasión, integridad y como no, con Amor.
Ese Amor que te lleva a abrirte al otro, a conectar con las personas, a sacar lo mejor de ti, y cuando quiere, del otro.
Ese Amor que derrite todos los muros del miedo, de la razón, del control, de la frialdad, del apego, y que te deja abierto y caminando al borde del vacío, sin que sepas de ninguna manera lo que va a pasar en tu vida, pero aún así aceptas el desafío y pones tu corazón en que salga bien.
Esa es la vida que quiero vivir, y la que me gusta compartir con las personas que se cruzan en mi camino.
Espero que si una parte de ti quiere vivir la vida plenamente, con intensidad, puedas encontrar tu propia forma, tu manera única de vivirla así, para realizarte completamente.
Porque la vida, cuando es vivida plenamente, te conecta con lo divino y te hace manifestar tu propio trozo de cielo en la Tierra.
Con cariño, te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría.
Y aprovecho para informarte que para comenzar el año con más salud y sabiduría, este miércoles comenzarán de nuevo los programas online de "Los mensajes de tu cuerpo".
Por si fueran de tu interés, te enviaré la información en breve.
Un afectuoso saludo,
Manuel
P.D.: Puedes leer las entradas anteriores y escribir comentarios también en mi blog. Un abrazo fuerte. |
1 comentario:
Vida intensa, llena de Amor, por contra siempre "educa-obligados" a que sea plana,sueldo fijo, días sin sobresaltos, estaciones sin emociones? imposible!! Eso es lo bonito precisamente, hay que saber gestionar esas PROPIAS emociones y entonces, y sólo entonces, uno se convierte en UNO MISMO, sólo así se forma parte del TODO...
Un gran abrazo Manuel
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