| ¡Buenos días!
Un nuevo lunes nos despierta, y a veces tengo la sensación de que las semanas van deprisa, de hecho este otoño siento que vuelan, enseñándome cómo todo cambia junto con las estaciones.
Hay momentos en los que somos personas activas, dinámicas, llenas de energía creativa, y parece que vamos a cambiar el mundo entero con nuestro entusiasmo.
Hay otras ocasiones en las que parece que todo se para, que las cosas no avanzan como queremos, y no sabemos si la clave está en aceptar la situación o empujar hacia delante.
Y digo empujar, porque literalmente tratamos de "empujar" a la vida para que, de alguna forma, se convierta en lo que deseamos.
Pero la vida me enseña cada día que la clave no está en "empujar", sino más bien en "permitir" y "fluir".
Para mí, esta semana ha sido una de aprendizaje, aunque no es poco habitual en mi camino, y supongo que no es extraño en el tuyo.
En varios momentos he tenido que afrontar el viejo miedo a no "ser adecuado", a no "hacer las cosas bien", y ha sido una gran prueba a mi voluntad de quererme.
Y es que no existe tal cosa como "ser adecuado". Todo es parte de la existencia, todo tiene un sentido en esta vida, todo forma parte del Ser.
Sí, a veces caigo en el papel de víctima, en el que me creo que soy diferente, y que puedo ayudar a alguien a estar mejor, desde mi posición egocéntrica.
Pero ayer tuve un encuentro con un amigo, una gran persona, que me recordó algo muy importante, que a veces olvido:
Mientras hablaba con él y me sentía triste por "no poder ayudar" a un ser querido, él me miró y me dijo: "Cuando miras a otra persona y ves que sufre, puedes verla de dos formas. O bien puedes acompañarla en su sufrimiento, pensando 'pobrecita, cuánto sufre', o puedes seguir viendo dentro de ella la verdadera luz que hay en su interior, y creer en su capacidad para crear su vida."
Fue curioso, porque en ese momento yo me sentía víctima, y su paz al mirarme me llegó, y me devolvió a mi centro y al estado de presencia.
Y reconozco que no siempre es fácil estar ahí, pero por suerte nos podemos rodear de personas que nos quieren, sabias y conscientes, para devolvernos paso a paso, con pequeños gestos, a nuestra verdad.
Gracias a las personas que me rodean y me quieren, por ayudarme cuando lo necesito a despertar.
Que la vida te muestre el camino cuando lo pierdas, y que cada lección del camino la puedas aprender desde la paz y la armonía.
Porque cada momento en tu vida es un nuevo acorde en una hermosa canción.
Porque cada melodía que suena en tu vida te ayuda a reconocer quién eres y quién quieres Ser.
Y porque si lo deseas, toda la Paz y la Armonía están dentro de ti, cuando te permites conectar con tu versión más elevada.
Te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría.
Un afectuoso saludo,
Manuel
P.D.: Puedes leer las entradas anteriores y escribir comentarios también en mi blog. Un abrazo fuerte. |
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