| ¡Buenos días!
Qué dias más frescos tenemos últimamente por las mañanas, y qué calorcito por las tardes, ¿verdad?
Es como si según se acerca el otoño, tuvieramos un rato extra de dualidad junta para irnos acostumbrando a los cambios.
Los cambios.
Uhhhh, esa palabra que a veces da tanto miedo.
Miedo a no saber lo que va a pasar, a equivocarnos, a no ser lo bastante fuertes para afrontar lo que venga..., el miedo está ahí, y todos lo hemos sentido alguna vez.
Como ves, nos vamos acercando a fechas cósmicamente relevantes, porque estamos llegando al fin de un ciclo muy largo de desconexión con lo espiritual (unos 13.000 años), y algo en nuestro interior nos pide renovarnos.
Ayer lo comentaba con unos amigos, cómo tantos cambios que se están produciendo en nuestra sociedad, que podrían ser "casuales", en el fondo tienen mucho sentido y un propósito detrás.
Una parte de nosotros sabe que necesita cambiar algo, que necesita dejar atrás lo viejo, el pasado, lo que ya no sirve.
Otra, en cambio, quiere seguir como está. Le da miedo cambiar, que vengan cosas complicadas que no entiende.
Esa parte es nuestra mente terrenal, que algunos llaman el ego, pero que sólo es la parte de nuestra humanidad que analiza la realidad y la comprende, pero desde un punto de vista puramente racional.
Y la realidad no es puramente racional.
Como dice la cábala, cuando nos obcecamos en la razón, lo que sucede en nuestras vidas es que nos quedamos atrapados en la materia, y en nuestros miedos.
Es tiempo de soltar. De crear, de reír, de soñar.
Es tiempo de confiar en lo nuevo.
Es tiempo de recuperar ese saber que todos llevamos dentro, y descubrir lo que ya sabemos cuando despertamos a la verdad de nuestro Ser:
Y es que todo va a salir bien.
No tengas miedo del cambio, pero si lo tienes, recuerda esa parte de ti que sabe que estás preparado o preparada, que cuando llegue el momento, sabrás lo que hay que hacer.
Porque cuando confiamos en la vida, aquéllo que hacemos empieza a fluir con facilidad, pase lo que pase.
Porque cuando confiamos en la vida, la vida nos devuelve el regalo de la paz interior.
Te deseo una semana maravillosa, llena de plenitud, sabiduría y amor.
Un abrazo,
Manuel |
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