| Buenos días,
Como cada lunes, la semana despierta con sus pájaros, sus coches, el sol iluminando los tejados y una suave brisa fresca dejando entrar en casa los olores del verano que ya está aquí.
Todo avanza, y todo sigue su marcha, para que pueda seguir evolucionando la vida, pero a veces ese avance no es fácil para aquella persona que ha decidido ser dueña de su destino, y dejar que su corazón la guíe.
¿Alguna vez has tenido la sensación de que habías avanzado mucho en tu crecimiento emocional, para después darte cuenta de que se repite la misma situación del pasado?
A veces nos gustaría que todo fuera avanzar hacia delante, siempre a mejor, pero sucede que en ocasiones, para dar un paso grande, hay que retroceder un poco lo andado, y comprender bien el aprendizaje del camino.
Yo este fin de semana he tenido una gran oportunidad de aprendizaje, y debo reconocer que no ha sido fácil ni vivirla, ni tomar la decisión adecuada.
He tenido que afrontar mi verdad, la verdad de mis sentimientos, y la verdad que me estaba negando respecto a lo que sentía por otra persona, y cuando llega el momento de aferrarse a una fantasía o soltarla, no siempre es fácil.
Como se suele decir, el dolor está ahí, pero el sufrimiento es opcional, y puedes aceptar tu proceso mientras duele, para dejar que todo se coloque en su sitio.
Pero lo bueno que tiene la vida es que siempre te pone las herramientas adecuadas para encontrarte con tu verdad, y afrontarla con suficiente fuerza.
Si prestas atención, verás que en momentos difíciles, aparece una mano amiga que te conforta, una palabra de ánimo, un mensaje de amor, que te hacen sentir gratitud.
Incluso tal vez todo sucede de tal manera que no puedas dejarte llevar por la inconsciencia, y como diría mi hermana pequeña, "liarla parda".
Y puede que si tu deseo es encontrar la paz y la armonía, siguiendo los dictados de tu corazón, hasta la persona de la que necesitas despedirte te acoja con amor, y te lo ponga fácil para que sientas que todo lo que sucede es por algo, y que todo esta bien.
Y es que la vida tiene magia.
La magia que produce saber que, pase lo que pase, todo son mensajes y encuentros de aprendizaje.
Que cada vez que reimos, que lloramos, que nos escondemos, que cantamos, que gritamos, que bailamos, estamos experimentando la vida, y que así está bien.
Y siempre, si lo deseamos, podemos descubrir de cada experiencia lo necesario para decidir quién queremos ser.
No te olvides que, te suceda lo que te suceda, hay una forma de ver que el amor está detrás.
Y que cuando confías en que todo lo que hay es amor, sucede la magia.
La magia de saber que todo siempre sale bien al final.
Te deseo una semana maravillosa, llena de plenitud, sabiduría y mucho, mucho amor.
Un afectuoso saludo,
Manuel
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