| ¡Buenos días!
Nuevamente el sol de la mañana nos despierta, y la tranquilidad de la brisa suave y los pájaros nos invitan a desperezarnos y activarnos para un nuevo día primaveral, ya casi veraniego.
La vida nos pone cada mañana un día nuevo, para que elijamos que queremos hacer con él. Y normalmente, hacemos lo que podemos, ¿no?
Pero... ¿qué es "hacer lo que podemos"? ¿qué es el poder? ¿Es una capacidad? ¿Tal vez es influencia, dominación? ¿O quizás la certeza de que todo es posible? Quién sabe.
A veces pienso que todo es posible, y que cualquier proyecto puede salir adelante, y que cualquier dificultad se puede superar.
Otras me doy cuenta de que todo en la vida tiene sus límites y sus tiempos, que algunas cosas no se consiguen siempre tal y como queremos, y que a veces lograr lo imposible es una cuestión de paciencia y perseverancia.
En el desarrollo personal esto último se ve con frecuencia. Cuando veo a una persona deseando cambiar su vida, y hacer lo que realmente quiere o le dicta su corazón o su alma, observo que no es tan fácil como desearlo y ya está.
Debo reconocer que me gusta pensar que sí, que es tan fácil, porque me gusta alentar a las personas a que hagan cambios, cuando sienten que es necesario, o permanecer igual no les hace sentirse felices o realizados.
Pero muchas veces en mi vida y en la de otras personas he visto que hacer cambios cuesta, unas veces más y otras menos.
Últimamente he visto que soy capaz de avanzar hacia mis sueños, y en muchos sentidos que tengo la fuerza para dar a los demás más de lo que pensaba.
Pero también he visto que hay algunas personas a las que me cuesta perdonar. Personas con las que siento que queda algo pendiente de hablar, o de aclarar o solucionar, y con las que siento que debo seguir haciendo un trabajo interior.
Y eso que soy consciente de que la vida que tenemos la creamos nosotros, y la hemos elegido así, pero a veces, con toda mi búsqueda, las respuestas se me escapan.
Sé que en el fondo todo tiene un sentido, y que a veces esto sucede porque tengo que aprender a expresar lo que me molesta, en mi caso, o para aprender sobre el amor incondicional, que es una gran asignatura pendiente del ser humano.
Y he ahí la cuestión del poder.
Podemos cuando decidimos. Cuando sabemos que ha llegado el momento. Cuando confiamos en el proceso de la vida, y decidimos que nuestra fuerza interior es suficiente para lograr los deseos que se ocultan en lo más profundo de nuestro Ser.
Pueden ser deseos de realización, de paz o de comunicación, pero todo empieza por una decisión. YO ELIJO. YO PUEDO.
Y nos llevará tiempo, energía o paciencia, pero si aprendemos a sentir nuestra verdad, y descubrimos que poder es una cuestión de decisión, no hay límites que no podamos vencer.
Espero que puedas reconocer tu poder, y decidas avanzar hacia la vida que deseas, porque en ocasiones, cuando tu destino llama a la puerta, conseguir abrirla es sólo una cuestión de voluntad.
Te deseo una semana maravillosa, llena de amor, sabiduría y plenitud.
Un afectuoso saludo,
Manuel
P.D.: Puedes leer las entradas anteriores y escribir comentarios en mi blog. Un abrazo. |
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