| | ¡Buenos días! Hoy el día ha amanecido gris en Madrid, como una tenue invitación a mirar en nuestro interior, quizás para encontrar una chispa de inspiración que nos haga recordar nuestra paz ante toda circunstancia. Y es que la paz interior es un regalo maravilloso, a veces esquivo, a veces difuso. Pasamos días y días viviendo, haciendo, moviendo, hablando, a veces discutiendo, pero... ¿cuántas veces nos paramos a sentir? Sentir es tomarse un respiro, parar el ritmo frenético del día a día, y quedarse en silencio, en calma. Sólo Ser. Los más grandes maestros espirituales de la historia lo han descrito de muchas formas, como sólo las palabras, a veces limitadas, pueden hacerlo. Meditación, iluminación, shamadi, presencia, zen. Son todas palabras que indican un horizonte, que apuntan a un significado más profundo. Pero esa paz no viene sola, o al menos no viene si no lo permitimos. Y a menudo es necesario buscarla, para descubrir que esa paz llega cuando dejamos de buscar. He tenido muchas experiencias en las que he buscado, perseguido, deseado, anhelado, y siempre han resultado en decepción y aprendizaje al final. En cambio, cuando he aprendido a confiar en mis sueños, y los he dejado libres, sin empujarlos ni luchar, entonces, un buen día, se han manifestado. Sí, a veces la rendición es el mejor camino. Aceptar lo que es, dejar salir las emociones, el dolor, la ira, la pasión, y vivir, vivir plenos de lo que somos, siempre atentos y orgullosos de quiénes somos y de lo que mostramos al mundo. Porque nuestra belleza reside precísamente ahí. En reconocer que somos perfectos a cada momento. Y quizás un día podamos despertarnos, y sentir la paz que se ha instalado definitivamente en nosotros. Esa paz que nos hará observar con ojos curiosos cada emoción que aparezca en nuestro día a día, pero permitiéndonos ser el centro calmo de la conciencia. Y en ése momento sentiremos que somos como el océano, que observa impávido cómo los vientos mecen sus olas, creando movimiento y cambio, mientras su núcleo está en calma, y lleno de vida. Me gustaría desearte entusiasmo para lograr tus sueños, y paz cuando la necesites. Porque cuando pones tu intención en estar en paz, la paz puede volver una y otra vez a tu vida, para recordarte quién eres. Porque cuando encontramos la paz en el mar de nuestra conciencia, el miedo se desvanece y sólo queda el Amor. Te deseo una semana maravillosa, llena de Amor, Plenitud y Sabiduría. Un afectuoso saludo, Manuel | | | Y si quieres saber qué significan los accidentes y cómo solucionar tus problemas en manos y oídos, no te pierdas el próximo PROGRAMA GRATUITO sobre Los mensajes de tu cuerpo. Lo podrás ver este jueves 21 de febrero a las 19:57. ¡Apúntate ya! | | | | | | Prueba nuestras sesiones individuales, y recupera tu bienestar. | | | | Descubre nuestros próximos talleres de crecimiento personal. | | | | Únete a nuestra comunidad en la página de "Los mensajes de tu cuerpo". | | | | | | |
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